El sufrimiento y la muerte son huéspedes inevitables de la humanidad. Somos vulnerables y limitados. La vida y la muerte son las dos caras de la existencia. No se puede vivir sin morir. La muerte no es algo que sigue a la vida, sino que pertenece a la vida,
En nuestros días somos conscientes de la necesidad de recuperar la importancia que se merece la elaboración positiva del duelo. No se puede crecer sin sufrir. No se puede sufrir sin abrirse. Así sanan las heridas. El dolor se cura cuando se pone al servicio del amor. Sufrir sanamente para dejar de sufrir.
Todos somos testigos de grandes situaciones de dolor y pérdidas que se viven a diario, haciéndose visibles y hondas, y con graves repercusiones tanto en la biología como en la biografía de cada personas, y su familia. En ninguna situacion como en duelo, el dolor producido es total: es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de los otros) y espiritual (duele el alma) . En la muerte de un ser querido, y en las pérdidas, duele el pasado, el presente, y especialmente , el futuro.
Toda la vida, en su conjunto, duele.
Nuestro duelo debe ser distinto de quienes carecen de esperanza. Es por eso que ofrecemos este espacio en la web para transitar el duelo.
Continuamos en el servicio de escuchar y acompañar el sufrimiento de personas y familias en situaciones de duelo, por esos decidimos crear un espacio en la web para transitar el duelo. Varios contenidos son de los religiosos Camilos, quienes consideramos nuestros maestros en este camino, y con generosidad nos han animado a utilizar este material, poniéndolo al servicio de los que sufren, y de todos aquellos que quieren formarse y aprender a acompañar en el camino del duelo.
Seguramente será de utlidad en el camino hacia una vida mas plena. Así lo deseamos, y esperamos sus aportes y comentarios, preguntas y sugerencias.