Podemos acompañarte

Experimentamos la realidad de que del duelo requiere un largo proceso de aceptación de nuestra limitación y vulnerabilidad: de que la muerte es la otra cara de la existencia humana. Sabemos que el proceso de sanación es arduo porque te enfrentás a la elaboración de una tarea difícil, con muchos altibajos anímicos, sin anestesia y con muchas heridas sangrantes que necesitan cicatrizar.