Entrevista de Diario Crónica con Alicia Barrios

entrevista con Alicia BarriosEl padre Mateo explica por que elaborar un duelo comienza por pedir ayuda. Un mensaje de esperanza para los que sufren por la muerte de un ser querido, indica el Diario Crónica.

Por Alicia Barrios

El padre Mateo explica por que elaborar un duelo comienza por pedir ayuda. Un mensaje de esperanza para los que sufren una péridida, indica el Diario Crónica.

Por Alicia Barrios

Mateo Bautista García nació en Alba de Tormes, Salamanca, y es sacerdote de la Orden de San Camilo. Tiene la licenciatura en Teología Moral y Espiritual y es especialista en Pastoral de la Salud. Cara a cara con él, el padre Mateo, con su cruz de Camilo, contagia sanación.

-¿Como fue que empezó el camino de los duelos?
-Soy el más pequeño de nueve hermanos y entré en la orden de San Camilo a los 10 años. En septiembre del 70, mi madre, que tenía cáncer me dijo que se iba a morir. Nos fue preparando para el proceso. “Hijos, aunque ustedes vayan a la tumba y lloren yo voy a estar en la gloria”.

-¿Cuál es el ventiluz, en la oscuridad del sufrimiento, por el que se puede comenzar a elaborar el duelo?
-El desapego. El duelo se hace por los que están vivos. Yo sabía que ella se iba a morir, me había dicho el 22 de diciembre que en dos meses se moría. El 23 de febrero la enterramos. Esa misma noche viajé al seminario porque me dijo que tenía que seguir estudiando. Era una mujer muy visitadora de enfermos. Recuerdo haber sido monaguillo de un difunto a los seis años.

-La única certeza que tenemos después de nacer es que un día nos vamos a morir…
-Nadie puede vivir sin morir. La muerte no es una estado, es una puerta que pasa del tiempo a la eternidad.

-¿Cuáles son los duelos más difíciles?
-Los que llamamos extraordinarios: el suicidio, el asesinato. El más duro es la muerte del hijo. El primero a distancia de todos. El de los desaparecidos, porque no se sabe si murió, el muerto por tortura. También quien es asesinado delante de familiares. El suicidio es más intenso que el asesinato por la culpa. Si deja carta acusando a los familiares es aún peor. Otro es cuando la madre mata a su propio hijo de manera casual, sacando el auto del garaje o por distracción se ahoga en una piscina o en la playa.

-¿Existe un duelo que no se elabore?
-El del aborto, porque va contra la naturaleza, la justicia, la propia sangre. Nosotros tenemos que hacer grupos diferentes, separarlos. Porque las madres que pierden un hijo van contra las que lo abortan: “Ahora venís a llorar después que lo mataste”.

-¿Existe la lealtad de duelo para querer irse con quien murió?
-La muerte de un hijo produce vacío emocional. Se derrumba hasta el tono vital. Los síntomas son de depresión. Y una pregunta: ¿para qué la vida? Cuando la persona pide ayuda, empieza a ser escuchada, va llegando a una conclusión: “Mi hijo quiere que sea feliz”. Ahí empieza el cambio. Es nacer de nuevo.

-¿Por qué se habla de elaborar el duelo?¿Qué quiere decir eso?
-Elaborar, en latín elaborare, es trabajar, pedir ayuda. Pararse es una reflexión: o yo domino al duelo o el duelo me domina a mí. Llegar a entender que el mejor homenaje a los seres queridos es ser feliz. Uno tiene que cambiar; es una transformación, por eso es una sanación. Lo que no se asume no se redime.

-Las personas suelen mudarse para combatir los malos recuerdos o no tocar nada para no contradecir al que se fue y dejan el cuarto como un museo por el resto de sus vidas

-El sufrimiento soy yo. No está en los lugares. Es uno, la mudanza no cambia nada porque el dolor no desaparece. Uno empieza a salir cuando deja de comparar a quienes quedan con el que se fue, cuando no dice más: “Se fue de viaje o está de gira”. Llama a las cosas por su nombre: “Se murió”. Un síntoma de salud es poder oír a otro contar su sufrimiento sin hablar del duelo propio.